En este diálogo extraído del libro "El alma de Eidrien", de manera muy simple, se comprende de algún modo el por qué Dios hace las cosas y que a veces estas si bien son duras y tristes para nosotros, si se analizan un poco mejor en algunos casos son una bendición.
- ¿Quién es Dios para ti? – preguntaba Manuel, el locutor, a Thomas.
- Pues una respuesta simple sería que Dios es el universo. Dios está en todo sitio. ¿Dios es complicado en su actuar? Sí y yo que estoy en este camino de querer conocerlo más y más me topo con situaciones donde digo “allí estuvo Dios”.
- Pero por ejemplo en una desgracia ¿Dios está allí?
- Por supuesto que sí. Si Dios permite esa desgracia por algo será.
- Por favor, quisiera hablarte de un caso muy específico y que de chico me alejó bastante de Él, de Dios me refiero.
- A ver, dime.
- Yo quería mucho a mi abuelo. Jugaba con él todos los fines de semana que venía a verme hasta que un día que jugaba con él tuvo un paro cardíaco, allí en mi presencia. No supe qué hacer. Vino mi mamá para ver qué pasaba. Llamaron a una ambulancia, pero cuando llegaron nos dijeron que había sido un paro cardíaco y que murió al instante. Y me dejo, nos dejó a mí y a mi familia. Mis fines de semana ya no fueron los mismos. Renegué de Dios. Y ahora que hablo de ese momento de mi vida, porque no lo había hablado hace mucho tiempo, como que siento otra vez que Dios fue injusto y ya no quiero continuar porque lo recuerdo. Pero ¿qué me podrías decir?
- ¿Cuántos años tenía tu abuelo?
- Ochenta y algo.
- Te voy a dar una respuesta que no te va a gustar al inicio, pero que luego me entenderás ¿okey?
- Sí claro dime.
- Eso fue una bendición para él, tu abuelo y para tu familia incluyéndote.
El locutor temblaba de un lado al otro la cabeza, pero muy ligeramente tratando de digerir esa respuesta.
- Veo que has reaccionado a esto que acabo de decir, pero te voy a explicar. Por favor, cálmate. Respira profundo y cálmate porque acá viene la explicación.
- Primero, imagínate tú cuando seas abuelo. Y la vida te diera un nieto maravilloso. ¿Lo estás imaginando?
- Sí – dijo suspirando el locutor.
- Ahora imagínate como abuelo que todos los fines de semana vas a jugar con tu nieto, pero ese fin de semana tiene un fin. Llega el lunes. Y ahora vas a esperar con ansias que llegue el fin de semana para volver a jugar con tu nieto, para divertirte y más que todo para ver a tu nieto emocionado de jugar contigo, tú riendo, él riendo.
La expresión del locutor ahora era de tristeza. Thomas se dio cuenta de eso y continuó.
- Volviendo a tu abuelo. Quien sabe que lo que más le gustaba, su hobby, su pasatiempo que más, más le gustaba era jugar contigo. Solo eso, jugar contigo.
El locutor puso sus codos encima de la mesa, mientras levantaba las manos juntando sus palmas. Y llevo sus manos a su boca mientras suspiraba. Se había quebrado y empezó poco a poco a lagrimear. No decía nada porque sabía que Thomas continuaría e intuyó que luego de lagrimear y escuchar a Thomas iba a haber paz en su corazón.
- Hay un dicho: “vive tu día a día como si fuera el último de tu vida”. La bendición que Dios le dio a tu abuelo fue llevárselo justo en el momento que hacía lo más le gustaba, jugar contigo.
Ahora el locutor agachó la cabeza y sus dos manos pasaron a agarrar su cabeza como un soporte. Miraba hacia abajo y las lágrimas caían encima de la mesa. Era un llanto en silencio.
Thomas espero unos segundos para darle un momento de desahogo al locutor. Este tomo aire profundamente y miró a Thomas. Tenía los ojos rojos y húmedos.
- ¿Entiendes ahora que fue una bendición?
El locutor solo movía la cabeza de arriba abajo diciendo corporalmente que sí.
- En esta situación ¿cuál crees que fue la mejor manera para tu abuelo de dejar este mundo? ¿Un paro cardíaco o una enfermedad larga y duradera?
El locutor volvió a mover la cabeza, pero ahora diciendo corporal y mentalmente “entiendo”. Aún no podía hablar.
- Y para terminar Manuel, fue también una bendición para tu familia porque de repente en reuniones familiares, no sé, dicen de él cuando lo recuerdan: “pero murió jugando con su nieto que era lo que más disfrutaba hacer”. Y también porque se fue sin una penosa enfermedad que desgasta a la familia tanto mental, emocional y también económicamente en algunos casos. Fue un golpe emocional del momento, muy fuerte tanto para ti como para tu familia, nadie lo duda, pero creo que fue mejor así a morir de otra manera ¿no crees?
- Sí. Sí Thomas. Me has hecho llorar, pero también sentí, después de haber crecido con ese odio o repulsión a Dios, paz y entendimiento. Muchas gracias de verdad.
- Eso Manuel es lo que se llama “Dios en acción”.
El programa radial duró un poco más y Manuel había quitado esa poca rabia que tenía hacia Dios y de repente algunas o muchas personas que escucharon a Thomas en sus radios habían interiorizado más a ese o eso que lo conocemos como Dios.
Nota final: Si le gusto este artículo podría interesarle el libro completo "El alma de Eidrien" donde hay más enseñanzas y consejos. Acá les dejo los enlaces:
Libro El alma de Eidrien (en Amazon como versión Kindle o como libro de tapa blanda)
Libro El alma de Eidrien (PDF) Si lo descargó en PDF, el cual es gratuito, y le gustó el contenido puede hacer una donación aquí lo cual ayuda al mantenimiento de esta página que brinda conocimiento: