Años atrás cuando empecé a creer en Dios llegó a mi conocimiento, el llamado conocimiento espiritual, que en esos años yo no lo llamaba así. O sea para mí solo eran libros. Recuerdo en este caso que fue el segundo libro que leí sobre estos temas. Se llamaba "El poder de la kabbalah"; el autor Yehuda Berg. De todos los libros que he leído que deben ser más de veinte creo yo este fue uno de los top 3 para mí que me ayudaron mucho en mi crecimiento como persona.
El libro habla en gran parte sobre el reaccionar, cabe destacar el reaccionar negativo, y que en la mayoría de los casos esto no es bueno. Por ejemplo ¿cuántas veces cuando alguien nos ofende o nos insulta tendemos también a ofender e insultar? y obvio esta no es la salida, se los aseguro.
Pero ustedes dirán: "Entonces, ¿tenemos que dejarnos ofender o insultar?" La respuesta, según mi punto de vista, no es tan sencilla. Pero trataré de disuadirlos para que no lo hagan con ciertos argumentos y más con sus debidos ejemplos.
Un punto aparte muy breve antes de seguir. En este artículo y en los posteriores daré ejemplos de la vida real ya que cuando leo bastantes artículos, posts en redes sociales, libros, bastantes autores dejan el concepto teórico claro pero no dan ejemplos de cómo llevarlo a nuestra vida cotidiana.
Ahora sí volviendo al tema. Yehuda Berg da el mensaje que cuando no reaccionamos de una manera negativa entra la Luz a nuestra vida. Volviendo al ejemplo de si alguien nos insulta, imaginemos que salimos de la casa contentos a relajarnos y a comprar algo a la tienda.
Estamos caminando por la calle y un ebrio nos dice: "eres feo y sonso por mi madre". La mayoría reaccionaría diciéndole "viejo borracho". El ebrio contesta "¿qué te pasa idiota?". Contestamos "¿qué te pasa a ti?". El ebrio se acerca y nos mete un golpe. Le metemos otro. Y así podría acabar todo esto en una pelea callejera y quién sabe en qué más, pero la escena acaba no del todo bien.
¿Cómo nos sentimos? Pues con cólera, con odio hacia el ebrio, con pensamientos negativos como por ejemplo "ojalá que alguien le pegue al ebrio ese" o pensando en que nosotros le pegamos imaginariamente y eso para colmo hace que nuestro odio dentro de nosotros crezca más en nuestra mente.
Acá hay algo mal ¿cierto?
Pues sí. Luego de leer el libro mencionado la idea es simplemente dejar que nos diga lo que dijo al principio, quedar en silencio y seguir caminando a la tienda y no pensar absolutamente nada. En cuanto a nuestro estado mental y emocional, esto es mejor ¿cierto? Es decir, de mi boca no salió ningún insulto. Luego, no odié al ebrio; es más, no tengo por qué odiarlo porque al final está ebrio y si estuviera sobrio no nos hubiese dicho nada. Y es mejor también porque nuestro estado mental y emocional no se afectaron.
Les pido por favor que mediten esto en este preciso instante solo unos segundos antes de seguir leyendo. ¿Nos ha pasado eso hoy?, ¿nos ha pasado esto esta semana, este mes, este año? o ¿han visto casos como este mientras estaban fuera de casa o en los noticieros? Estoy seguro que por lo menos una de estas preguntas tienen un "sí" como respuesta en cada uno de nosotros.
Ahora les contaré algo que me pasó. Yo había leído el libro y cuando leo cualquiera me gusta practicar lo que aprendo porque sino ¿de qué sirve? Estaba en la oficina de la empresa en la que trabajo hace muchos años. No recuerdo en qué me equivoqué, pero fue algo muy leve. La persona afectada, una compañera de trabajo, fue a la oficina de mi jefe y se quejó de mí. Mi jefe me llamó, entré a la oficina, él sentado en su escritorio y nosotros dos parados, yo y mi compañera. Y ella empezó a decir algunas cosas subidas un poquito de tono hacia mi trabajo y hacia mí. En ese momento recordé la enseñanza del libro y mentalmente me dije "no reacciones, no hables, quédate en silencio". Y así fue. Me quedé en silencio y mi jefe ni ella tampoco hablaron por lo que hubo un silencio general de un par de segundos. Al final, mi compañera simplemente dijo algo así como: "... pero como se trata de Andrés que hace un buen trabajo casi siempre podemos dejarlo pasar." Ella se retiró y nos quedamos mi jefe y yo en la oficina. Recuerdo que nos miramos y nos reímos, y salí de su oficina. Fin de mi historia.
¿Qué pasó aquí de bueno? Mi compañera descargó su colera por mi mal trabajo pero al final al parecer recapacitó de todo lo dicho y se fue. No sé si tranquila, pero estoy seguro que se fue más tranquila a comparación si yo hubiese "pisado el palito" y reaccionado de una manera no tan adecuada. Mi jefe también siguió trabajando tranquilo y en mi caso me retiré y pensé "que chévere, la enseñanza del libro realmente funcionó".
Mezclando estos dos ejemplos más el conocimiento espiritual tan en boga, atrás de esto se logró dos cosas:
1. Pagamos un karma negativo ya que nos insultaron o hablaron mal de nosotros y al no reaccionar y simplemente aceptar, ese karma se limpia lo cual hace que nos vaya mejor en otra parte de nuestra vida. ¿En qué? No lo sabemos porque tantas cosas buena nos ocurren durante el día que no sabemos cuál es la relacionada al evento vivido.
2. En vez de crear enemistad, no creamos tampoco lo contrario, o sea una amistad, es decir que si volvemos a ver al ebrio ya sobrio simplemente no lo vamos a abrazar y decirle "amigo ¿cómo estás?", pero por lo menos cuando nos crucemos no habrá odio sino un simple respeto. Y en el caso de mi compañera no creamos anticuerpos y seguimos trabajando con la misma relación laboral que hubo siempre. Imagínense si esa conversación entre mi jefe, ella y yo hubiese terminado en pelea. ¿Habría luego una relación laboral buena? Pues yo no creo.
Sumado a esto, coincidentemente días atrás leí algo que dijo la madre Teresa de Calcuta. En resumen fue algo así. Le incentivaron a que vaya a una marcha o manifestación en "contra" de la guerra.
Ella dijo que no, pero que sí le avisarán cuando hagan una marcha a favor de la paz.
Meditando en primera instancia uno pensaría "pero es lo mismo". Pues no, no es lo mismo. Simplemente al decir la palabra en "contra" uno ya está creando rivalidad entre dos bandos: los que están a favor de que haya guerra con el objetivo de matar a gente supuestamente mala y la otra parte la que está en contra de la guerra los que quieren de algún modo hacer que el otro bando pierda.
Y yendo más allá se está creando otra guerra no física pero sí ideológica pero al final de todo una "guerra", una pelea lo que significa más odio. Pero si hubiera una marcha a favor de la paz donde todos estén con una ropa clara o blanca y sin decir nada quizá bastantes personas que creen que la guerra es la solución cambien de opinión concluyendo que la guerra no es la solución. Por lo tanto, se obtuvo más paz ¿cierto?
Luego, es bueno que tengamos un propósito de vida y nada nos distraiga de él. Viéndolo desde una "micro" mirada en nuestro ejemplo de la persona ebria nuestro objetivo era relajarnos e ir a la tienda a comprar algo. Pues eso lo debemos tener claro e ir a alcanzar nuestro objetivo, en este caso verdaderamente relajarnos contemplando el camino ya sea respirando de manera profunda, viendo los árboles, las aves, el cielo. Y luego llegar a la tienda, comprar lo que nos era necesario y volver con la misma actitud contemplativa. Y así siempre al acostarnos en la noche, dediquemos solo un minuto para decir "mañana tengo que hacer esto, esto y esto y todo va a salir bien". Ese sería nuestro propósito diario.
Y hablando un poco más allá es bueno también tener un propósito de vida que es algo más "macro" y que nada nos debe distraer en el camino hacia ese propósito. Buda dijo: "Tu propósito en la vida es encontrar un propósito…" Por favor, pensemos en esto y trácemonos un propósito de vida y si pueden que sea un propósito para mejorar la vida de los demás, lo que se conoce como "hacer servicio".
Entonces, sin ser su profesor ni nada como pequeñas tareas les recomiendo:
Practicar el silencio.
Leer ese libro “El poder de la kabbalah” y más si están en ese camino llamado espiritual.
Practicar lo que aprendan en ese libro en su día a día. Esto es muy importante.
Y finalmente les pido que si les pareció interesante este artículo por favor lo compartan.
Gracias por leerlo.
Andrés Y.